Revista Chiapas

0

Genocidio por Esperanza Cernas

Revista Chiapas octubre 1, 2013

Al otro lado del río se encuentra lo poco que queda de mi razón, esta vez soy presa de mis pasiones más bajas, y con veneno en mis dedos, escribo esta crítica en forma de deseo.

No por rencor, ni por desesperación, más bien por impotencia, la inquina tragedia sobre mi cabeza, se refleja en esta súplica, en este grito mal entonado; un silbido más y explotaría el tímpano del mundo…

No puede ser posible que el ser humano vuelva a fallar una y otra vez, que tropiece contra la misma roca, ¿Acaso su estupidez ya se hizo costumbre, o es un mal congénito? ¡Caray! Lo que el futuro abraza no es producto de la casualidad, es consecuencia de una serie de actos, precisos o no, que se convierten en hechos factibles.

Hoy se me antoja asesinar a los ancianos de nuestra comunidad, por ser sabios, por estar envueltos en una masa de sabiduría y experiencia, por su deseo insaciable por advertirnos constantemente, por conocer de mejor manera el roll de este constante devenir.

Hoy se me antoja asesinar a los niños, pues son unos seres tan simples, llenos de inocencia y de ilusiones, sin pesar en sus corazones, cubiertos de lodo, chocolate y leche, deseosos por jugar con la vida, son los únicos que cuando se caen, con una sonrisa en el rostro se levantan y siguen adelante, son quienes con su llanto cubren la sinceridad de su alma.

Hoy se me antoja asesinar la juventud, pues son tan inconformes, son tan ambiciosos, colmados de ansias, de expectativas, son quienes con sus ojos logran acariciar el tiempo, me molestan sus críticas, las ventajas de sus cuerpos jóvenes y vigorosos, por la pasión que les desborda, su increíble desventura y la carencia de miedo en su sistema nervioso.

Hoy se me antoja asesinar a las madres de todo el mundo, me enoja que sean tan poderosas, tan fuertes, tan incansables, no me explico en dónde guardan tanto amor, por que sus venas son delicadas como para acaparar tanta dulzura, a dónde van las caricias que regalan, ¿por qué son tan comprensivas, porqué no exigen alabanza y gratitud?, por eso deben morir.

Hoy se me antoja asesinar al mundo entero, por que no podemos coexistir, por que no hay esperanza ni fe, por que la maldad está en su máximo apogeo, por que la limpieza y la responsabilidad ya no existe, por que la definición de respeto desapareció, por que no somos más que simples mortales que merecemos morir, por que somos animales que poco a poco pierden, su raciocinio, no hay más que vacíos entre continentes, las aguas no son las únicas que nos separan, la continuidad de la discriminación y el racismo se adueñan de las fronteras, por que ni la globalización nos ha unido, ¡Debe morir el hombre!

Ya que las soluciones no las encuentra, ya que no hay acuerdos ni honestidad, los sistemas fatalizan la existencia, la ignorancia desbordante inunda a la población, la perseverancia es egoísta y las ilusiones pocas… ¿Qué más nos queda? Hoy se me antoja: ¡GENOCIDIO!

Licenciada en Derecho Esperanza Cernas López

Leave a Comment

Login to your account

Can't remember your Password ?

Register for this site!